- - - - - - - -
Nuestra personalidad está dividida en tres estados del Yo: Padre, Adulto y Niño.
PADRE
Cuando tenemos esta parte activa, actuamos como nuestros padres cuando nosotros éramos pequeños.
Es la parte que critica, castiga, pone límites a los demás pero también es la que protege, cuida y aconseja. Es lo que se “debe/tiene que” hacer.
Cuando somos pequeños, nuestras figuras parentales son la influencia más importante. De ellos recibimos mensajes verbales y no verbales. Algunos los rechazamos y otros los incorporamos a nuestro marco de referencia, nos los tragamos.
Ejemplo:
Cuando era pequeño y mi padre me ordenaba bajar la basura y yo le preguntaba por qué, me decía: “porque lo digo yo y basta”. Ahora, cuando mi hijo me pregunta por qué tiene que subir de la calle a la 7 en punto yo le digo “porque lo digo yo y basta”.
El adulto es como un ordenador que procesa los datos procedentes de la realidad, y en base a ello toma las decisiones adecuadas. Es lo que “conviene” hacer.
Es la parte que critica, castiga, pone límites a los demás pero también es la que protege, cuida y aconseja. Es lo que se “debe/tiene que” hacer.
Cuando somos pequeños, nuestras figuras parentales son la influencia más importante. De ellos recibimos mensajes verbales y no verbales. Algunos los rechazamos y otros los incorporamos a nuestro marco de referencia, nos los tragamos.
Ejemplo:
Cuando era pequeño y mi padre me ordenaba bajar la basura y yo le preguntaba por qué, me decía: “porque lo digo yo y basta”. Ahora, cuando mi hijo me pregunta por qué tiene que subir de la calle a la 7 en punto yo le digo “porque lo digo yo y basta”.
ADULTO
Ejemplo:
Un conductor me pita con su coche. Los datos de mi Padre interno me dicen que le rompa la cara (mi padre lo hizo) y los de mi Madre me dicen que no le haga caso. Mi adulto analiza y estima que si me peleo con él puedo acabar detenido por la policía y si no me peleo puedo acabar en el hospital. En base a eso tomo mi decisión sopesando las diferentes posibilidades:
Pelearme; No hacerle caso; Insultarle también; Decirle que vaya a terapia; Otras
El Adulto no siempre toma las decisiones correctas porque a veces está contaminado por el Niño, por el Padre o por ambos.
Ejemplo:
Un hombre obeso que ha sufrido un infarto y sigue fumando. Su Adulto sabe el riesgo que corre, pero su Padre recibe mensajes de su padre (fumador compulsivo) y de su madre (sobreprotectora que no le dejaba hacer ejercicio). Decide tomar tranquilizantes para ver si así se relaja y puede dejar de fumar.
Un conductor me pita con su coche. Los datos de mi Padre interno me dicen que le rompa la cara (mi padre lo hizo) y los de mi Madre me dicen que no le haga caso. Mi adulto analiza y estima que si me peleo con él puedo acabar detenido por la policía y si no me peleo puedo acabar en el hospital. En base a eso tomo mi decisión sopesando las diferentes posibilidades:
Pelearme; No hacerle caso; Insultarle también; Decirle que vaya a terapia; Otras
El Adulto no siempre toma las decisiones correctas porque a veces está contaminado por el Niño, por el Padre o por ambos.
Ejemplo:
Un hombre obeso que ha sufrido un infarto y sigue fumando. Su Adulto sabe el riesgo que corre, pero su Padre recibe mensajes de su padre (fumador compulsivo) y de su madre (sobreprotectora que no le dejaba hacer ejercicio). Decide tomar tranquilizantes para ver si así se relaja y puede dejar de fumar.
NIÑO
Cuando tenemos esta parte activa, actuamos, sentimos y pensamos como cuando éramos niños. Es lo que me gusta/disgusta hacer.
Ejemplo:
Cuando era niña y no me daban lo que quería me estaba un rato sin hablar a mis padres y entonces venían y me daban atención. Ahora con mi marido cada vez que nos peleamos estoy una semana sin hablarle para que me venga detrás.
Y, para terminar, os regalo un bello ejercicio en la línea de la semana anterior para trabajar nuestra Niña interna.
Cierra los ojos, estira los brazos y las piernas y relájate. Respira lenta y profundamente durante un minuto.
Ahora, vuelve a un momento de tu infancia en que necesitas algo. Deja que tu mente inconsciente te lleve al momento preciso. Mírate en esa edad: ¿Qué edad tienes? Observa tu cara, tu mirada, la posición de tu cuerpo, tu ropa, el ambiente que te rodea, los colores y olores.
Ahora, métete también en esa escena con tu edad actual, agáchate a la altura de tu niña y háblale con afecto, tocándole la cabeza o el hombro. Pregúntale cómo está y qué necesita. Escucha su respuesta atentamente.
Prométele que le vas a dar eso que necesita. Abrázala con afecto, y siente cómo se va incluyendo en tu cuerpo hasta sentirlo totalmente internalizado.
Respira lentamente un par de veces, abre los ojos a tu ritmo.
Traza un plan para cumplir tu promesa.
EJERCICIO: RESPONDIENDO AL NIÑO INTERNO
Cierra los ojos, estira los brazos y las piernas y relájate. Respira lenta y profundamente durante un minuto.
Ahora, vuelve a un momento de tu infancia en que necesitas algo. Deja que tu mente inconsciente te lleve al momento preciso. Mírate en esa edad: ¿Qué edad tienes? Observa tu cara, tu mirada, la posición de tu cuerpo, tu ropa, el ambiente que te rodea, los colores y olores.
Ahora, métete también en esa escena con tu edad actual, agáchate a la altura de tu niña y háblale con afecto, tocándole la cabeza o el hombro. Pregúntale cómo está y qué necesita. Escucha su respuesta atentamente.
Prométele que le vas a dar eso que necesita. Abrázala con afecto, y siente cómo se va incluyendo en tu cuerpo hasta sentirlo totalmente internalizado.
Respira lentamente un par de veces, abre los ojos a tu ritmo.
Traza un plan para cumplir tu promesa.
¡Hasta la semana que viene!
- - - - - - - -
Recordad que las consultas gratuitas a mi hermana siguen abiertas, solamente tenéis que mandar un e-mail a terapiaom@gmail.com explicándole qué es lo que os preocupa y en unos días podréis leer vuestra respuesta (de forma anónima, claro!) en este blog.
"Hermana Olga " soy fan de tus entradas !!!
ResponderEliminarSolo quiero que lo sepas.....
Me declaro fan también, me encanta este blog y la hermana Olga, genial idea!
ResponderEliminar