6 SONGS: PARA APRENDER A TEJER

Una sección de Eva

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A mi me hubiera gustado que en mi cole nos hubieran enseñado esas cosas que antes enseñaban en los colegios de señoritas, como coser, tejer, bordar… No es políticamente correcto decirlo sino quieres que el sector feminista te muerda el cuello, pero es así. Me parecen cosas bonitas de saber, y útiles en un mundo que nos aleja de realizar cosas con las manos, de tocar, crear. Además, a mi me gustan esas cosas “de chicas”. ¿Puede ser que haya dicho aquí ya que soy un poco cursi? Sí, puede ser. Así que la idea de un club de señoritas no podía menos que entusiasmarme. Un club de señoritas que aprenden a tejer.
Isobel Campbell & Mark Lanegan – (Do you wanna) come walk with me?

Nuestra profe de tricot es profesora de verdad, por eso es paciente y nos dice “ahora tú”, nos enseña los puntos 10 veces sin perder la paciencia aunque una coja las agujas de manera poco ortodoxa, la otra haga agujeros, la tercera aumente la labor involuntariamente mientras la cuarta aprieta la lana con tensión de cirujano que cose heridas.
Wilco – Imposible Germany

V., sentada a mi lado, canturrea “montañita, montañita…”, y yo quiero contarle mis cosas pero mejor no, porque aún no hemos llegado al nivel de conocimiento que permite hablar de amor y hacer que el punto de trigo siga siendo trigo y el de arroz, arroz. Así que sólo lo apuntamos porque cuando nos damos cuenta ya no sabemos si estamos del derecho o del revés.
Nick Drake – Northern Sky

El primer día que nos sentamos a tejer, estuvimos un buen rato escuchando misa. Hacía pensar la cosa en conventos con monjas haciendo labores y delicias monacales en el horno. Sé que es raro, pero allí estábamos, escuchando misa. Fue algo accidental. La vez siguiente, tuvimos una música suave seleccionada por D. Y la idea de esta lista es proponer canciones que, de fondo, a bajo volumen, den esa sensación de recogimiento alegre y dulce calma de un sábado tarde entre lanas.
The Magnetics Fields – Busby Berkeley Dreams

DE AQUÍ

A media tarde, N. prepara té y sirve galletas; hacemos la pausa cogiendo las tazas calientes mientras en la calle caen el frío y la noche.
Pauline En La Playa – La Merienda

Ya hemos acabado el club del tricot, y ahora cada una se irá a su casa a tejer sus bufandas y las demás cosas que quiera tejer. El tricot ha sido motivo y excusa, porque todas queríamos hacer jerseis (que por supuesto no haremos, tres clases no hacen milagros, aunque no subestimaremos a B., la alumna con matrícula de honor) pero todas lo hemos pasado bien, quizás hasta hecho amistad.
Love – A House Is Not A Motel

Deberíamos haberle comprado un regalito a nuestra profesora, como a las seños de nuestra infancia el día de fin de curso. Creo que hemos sido buenas alumnas, un poco distraídas a veces, pero aplicadas y voluntariosas. Nos hemos comportado como las señoritas que somos, aunque a veces hagamos como que no lo somos tanto. ¡Shhh! Es sólo que nos gusta jugar un poco.


¡Qué buena idea el club del tricot...! Tendremos que seguir haciéndolo después de navidades, ¿no? Para que vayas practicando el punto bobo con la música adecuada, aquí tienes la playlist.