6SONGS: PARA UNA HORA EN EL GIMNASIO

Una sección de Eva

de aqui

Amor-odio. Así es mi relación con el gimnasio, y con el ejercicio físico en general. Durante muchos años creí que era una negada para el deporte, ahora creo que probablemente no lo soy sino que nunca me puse demasiado a ello. Hace años que pago mi cuota en un gimnasio u otro, y sí, yo voy. A veces me da una pereza terrible, pero otras tengo un mono increíble como los tíos con forma de croissant que un día de estos deberían plantearse dejar los batidos energéticos.
Thee Brandy Hips – V-Empire

Durante unos años, practiqué el feo aerobic. No digáis que no es feo. Pero ahora no soportaría regresar a clases con música infecta y demasiada mujer junta. Sudores fríos me sobrevienen al pensarlo. Así que yo paso mi hora en el gimnasio entre aparatos con efecto basculante entre el placer y la tortura.
The Drums – Let’s go surfing

Comienzo siempre en la bici estática. A veces creo morir nada más llevar cinco minutos encima. Pero la mente sabe lo que el cuerpo niega, que es que pasado el horror ya se puede seguir con normalidad.
The Long Blondes – Giddy Stratosphere

Suelo compartir hora con jubilados que siempre hacen los mismos comentarios: “ya he llegado hasta San Ramón”, “un buen potaje, eso sí es comida” y enumeración de males “si tú tienes esto, no es nada comparado con lo que tengo yo”. Pasado el tiempo programado en mi bici, bajo y me voy al remo. La mayoría de gente que hace remo a mi lado lo hace mal, y no me explico cómo no se dan cuenta. Algunos parecen un chorizo o una boñiga o no sé el qué agarrados a la barra con cadena.
Passion Pit - The Reeling

Tras el remo se plantean dos opciones. La más habitual, porque ya le he pillado el puntillo y no me cuesta un esfuerzo titánico, es la máquina de steps. Es un ejercicio jodidamente aburrido sin música, y complicado sin una que permita un ritmo adecuado. Hace más de un año que Delorean están en mi mp3, porque casi siempre es mi música de steps. El Guincho y, extrañamente, Mishima, también son muy efectivos.
Delorean – Big Dipper

La otra elección, menos escogida pero ciertamente de resultados visibles en un breve periodo de tiempo, es la elíptica. Le tengo cierto miedo porque más de una vez me he mareado tras bajar de esas plataformas raras. Las miro de reojo y pienso que otro día será el suyo. Yo en la elíptica voy rápido, como si corriera pero con resistencia. Dale gas, Juani.
Facto Delafe y las Flores Azules – La Juani

 

Tras el trabajo aeróbico paso brevemente al anaeróbico, y de allí a la colchoneta para abdominales y estiramientos. Me gustan las rutinas. Y me gusta mi soledad compartida con mi música. Un día de estos saldré del gimnasio y me lanzaré a hacer correr por el parque de al lado de mi casa para seguir desmontando la teoría de que soy una inútil en cuestión de ejercicio físico.

Yo no tengo nada que decir sobre esta lista porque hace años que no hago deporte más allá del yoga y las piruetas tipo la de la foto en la comodidad de mi hogar y ahí en realidad no necesito ponerme música, así que las que le deis al mueve mueve en el infierno de la vigorexia ya sabéis que lista teneis que escuchar. Toda enterita está aquí.