LA CASA AJENA: OXFORDSHIRE BARN

¿Qué dolor de ojos y de alma, eh? Ale, a fastidiarse toca. Que vosotras no cenáis en esa mesa de picnic viejuna ni os bañáis en esa bañera en medio de un cuarto de baño con calzas de madera ni vuestra niña se acuesta en esa cama rosa palo ni descansáis en esa butaca de piel ni cocináis en esa cocina y probablemente ni siquiera guardéis la comida en una SMEG. Y lo que es seguro, cuando os levantáis por la mañana, no tenéis ese prado verde delante y ese montón de nubes esponjosas dando los buenos días.

Hoy estoy picajosa. Cosas hormonales.

(Vista, cómo no, en la fuente de inspiración esta semana, LightLocations. Aún me quedan un par más.)