Espero que estos SEIS MESES PARA CAMBIAR os hayan servido para profundizar en el camino de vuestro desarrollo personal. Si los ejercicios propuestos han contribuido de algún modo a que conectéis con quien realmente sois, la sección habrá valido la pena. Para cualquier comentario o feedback podéis escribirme a terapiaom@gmail.com.
Aquí os dejo con la última entrada.
¡Un fortísimo abrazo!
Aquí os dejo con la última entrada.
¡Un fortísimo abrazo!
“To be nobody but yourself in a world which is doing its best, night and day, to make you everybody else means to fight the hardest battle which any human being can fight; and never stop fighting”.
e. e. cummings
Lograr la autonomía significa determinar el propio destino, asumir la responsabilidad de las propias acciones y sentimientos, deshacerse de patrones irrelevantes en el aquí y ahora. TODOS NOSOTROS tenemos la capacidad de lograr la autonomía.
Conciencia
La conciencia es saber qué está ocurriendo ahora. Una persona autónoma es consciente. La persona autónoma percibe el mundo a través del encuentro personal en lugar de como le “enseñaron” a verlo.
Una persona consciente sabe que la vida es temporal y valora el aquí y ahora. Una persona consciente escucha los mensajes del cuerpo y sabe cuándo está tensa o relajada, cuando está abierta y cuándo no está disponible. Una persona consciente conoce el mundo interior de los sentimientos y las fantasías y no tiene miedo ni se avergüenza de ellos.
Una persona consciente también escucha a los demás. Intenta establecer un contacto genuino mediante el aprendizaje de la capacidad de hablar y escuchar. Su cuerpo no hace una cosa mientras la mente se centra en otra.
Una persona consciente sabe dónde está, qué está haciendo y cómo se siente al respecto.
El primer paso para la integración es la conciencia, con el estado Adulto como ejecutor. Una persona que se da cuenta de que se está comportando como una tirana puede decidir qué hacer con ese comportamiento (mantenerlo y adueñarse de él, o desecharlo si es lo que decide).
Espontaneidad
Una persona autónoma es espontánea y flexible, no estúpidamente impulsiva. Es una persona que ve las opciones disponibles y usa el comportamiento adecuado a la situación. Es una persona que se ha liberado de la compulsión de vivir una vida predeterminada y que ha aprendido a enfrentarse a las nuevas situaciones y a explorar nuevas maneras de pensar, sentir y responder.
La persona espontánea usa la habilidad de decidir de manera independiente. Acepta el Padre y el Niño como parte de su historia personal, pero toma nuevas decisiones en lugar de permanecer a merced del “destino”.
Decidir conscientemente desde el Estado Adulto es ser libre; libre a pesar de los instintos e impulsos básicos, libre a pesar de las características heredadas y las influencias ambientales. Pero no basta con tomar una decisión. A menos que la persona actúe en base a esa decisión, no tendrá sentido.
Hace falta valor para ser una verdadera ganadora. Hace falta valor para experimentar la libertad que procede de la autonomía, valor para aceptar la intimidad y el encuentro directo con otras personas, valor para posicionarse en una causa impopular, valor para elegir una y otra vez la autenticidad en lugar de la aprobación, valor para aceptar la responsabilidad de las propias elecciones y, por supuesto, valor para ser la persona única que realmente eres.
EJERCICIO FINAL
Desde tu Estado Adulto, pregúntate:
-¿A quién y qué valoro?
-¿Por quién y para qué vivo?
-¿Por quién y por qué moriría?
-¿Qué significa mi vida para mí ahora?
-¿Qué podría significar?
-¿Qué significa mi vida para otros ahora?
-¿Actúo de manera que preservo y mejoro la creación?
-¿Qué es lo realmente importante?
-Enumera las cinco cosas que más valores en la vida.
Ahora ponlas por orden de prioridad y pregúntate:
-¿La forma en que estoy viviendo mi vida refleja lo que digo que valoro?
-¿Quién quiero ser? (hoy, dentro de 5 años, de 10 años, de 20 años)
-¿Qué potenciales tengo para convertirme en esa persona?
-¿Cuáles son las barreras?
-¿Qué voy a hacer con mis potenciales y mis barreras?
-¿Cómo puedo convertirme en la ganadora que nací para ser?
de aqui |
Conciencia
La conciencia es saber qué está ocurriendo ahora. Una persona autónoma es consciente. La persona autónoma percibe el mundo a través del encuentro personal en lugar de como le “enseñaron” a verlo.
Una persona consciente sabe que la vida es temporal y valora el aquí y ahora. Una persona consciente escucha los mensajes del cuerpo y sabe cuándo está tensa o relajada, cuando está abierta y cuándo no está disponible. Una persona consciente conoce el mundo interior de los sentimientos y las fantasías y no tiene miedo ni se avergüenza de ellos.
Una persona consciente también escucha a los demás. Intenta establecer un contacto genuino mediante el aprendizaje de la capacidad de hablar y escuchar. Su cuerpo no hace una cosa mientras la mente se centra en otra.
Una persona consciente sabe dónde está, qué está haciendo y cómo se siente al respecto.
El primer paso para la integración es la conciencia, con el estado Adulto como ejecutor. Una persona que se da cuenta de que se está comportando como una tirana puede decidir qué hacer con ese comportamiento (mantenerlo y adueñarse de él, o desecharlo si es lo que decide).
Espontaneidad
Una persona autónoma es espontánea y flexible, no estúpidamente impulsiva. Es una persona que ve las opciones disponibles y usa el comportamiento adecuado a la situación. Es una persona que se ha liberado de la compulsión de vivir una vida predeterminada y que ha aprendido a enfrentarse a las nuevas situaciones y a explorar nuevas maneras de pensar, sentir y responder.
La persona espontánea usa la habilidad de decidir de manera independiente. Acepta el Padre y el Niño como parte de su historia personal, pero toma nuevas decisiones en lugar de permanecer a merced del “destino”.
Decidir conscientemente desde el Estado Adulto es ser libre; libre a pesar de los instintos e impulsos básicos, libre a pesar de las características heredadas y las influencias ambientales. Pero no basta con tomar una decisión. A menos que la persona actúe en base a esa decisión, no tendrá sentido.
Hace falta valor para ser una verdadera ganadora. Hace falta valor para experimentar la libertad que procede de la autonomía, valor para aceptar la intimidad y el encuentro directo con otras personas, valor para posicionarse en una causa impopular, valor para elegir una y otra vez la autenticidad en lugar de la aprobación, valor para aceptar la responsabilidad de las propias elecciones y, por supuesto, valor para ser la persona única que realmente eres.
EJERCICIO FINAL
Desde tu Estado Adulto, pregúntate:
-¿A quién y qué valoro?
-¿Por quién y para qué vivo?
-¿Por quién y por qué moriría?
-¿Qué significa mi vida para mí ahora?
-¿Qué podría significar?
-¿Qué significa mi vida para otros ahora?
-¿Actúo de manera que preservo y mejoro la creación?
-¿Qué es lo realmente importante?
-Enumera las cinco cosas que más valores en la vida.
Ahora ponlas por orden de prioridad y pregúntate:
-¿La forma en que estoy viviendo mi vida refleja lo que digo que valoro?
-¿Quién quiero ser? (hoy, dentro de 5 años, de 10 años, de 20 años)
-¿Qué potenciales tengo para convertirme en esa persona?
-¿Cuáles son las barreras?
-¿Qué voy a hacer con mis potenciales y mis barreras?
-¿Cómo puedo convertirme en la ganadora que nací para ser?
Gracias por tu generosidad, Olga.
ResponderEliminarMuy interesante lo que planteas, como siempre. Gracias por todas tus entradas!
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