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| de aqui |
Hola Olga,
Antes de nada gracias por darnos esta oportunidad para desahogarnos y conseguir un poco de ayuda. Estoy saliendo con una chica pero me preocupa que la cosa acabe mal por culpa de mi inseguridad. Siempre he sido una persona insegura, desconfiada de los demás y que necesita mucha atención y que le demuestren mucho las cosas, pero con esta chica ya es excesivo. Yo racionalmente sé que me quiere, e intento pensar que sino para qué iba a estar conmigo, pero luego en el fondo siempre tengo la sensación de que yo siento más: la quiero más, la echo más de menos, le presto más atención... Eso al final provoca que, o me vaya mordiendo la lengua pero esté intranquila e inquieta, o explote y acabemos discutiendo porque está cansada de que no confíe en ella.
Lo último que quiero es perderla, pero veo que con mi actitud es lo que voy a conseguir y no sé qué hacer para convencerme de verdad, profundamente, de que me quiere, para relajarme un poco y no sacar de madre cualquier tontería y convertirla en un "eso es que no me quieres".
¿Algún consejo?
Muchas gracias, M.
Querida M:
¿Te ha pasado esto en otras relaciones? ¿Cuándo empezaste a ser insegura? ¿En qué otros ámbitos de tu vida lo eres? ¿Por qué desconfías de los demás? Este es un mensaje que aprendiste hace mucho y te toca cuestionarlo. Como puedes imaginar, tiene que ver con las relaciones con tus padres. ¿Podías confiar en ellos? ¿Sentías que estaban ahí para ti? ¿Te dieron ellos/uno de ellos ese mensaje, directa o indirectamente? Dices que “necesito mucha atención y que me demuestren mucho las cosas”. Y tú, ¿qué atención te das a ti misma? ¿No será que pides algo que deberías darte tú en primer lugar? ¿Y cómo demuestras tú a los demás? Te sugiero que hagas el ejercicio de caricias que propuse hace unas semanas; es posible que te sorprendas.
También dices tener la sensación de que “la quiero más, la echo más de menos, le presto más atención...” ¿Y cómo lo sabes? ¿Lo has podido medir, cuantificar de algún modo? (Creo que aún no existe un aparato que mida la intensidad de las emociones, yo quiero 9, tú solo 6, o algo así… ¡Disculpa la broma!).
Como ves, el trabajo se centra en ti misma, no en la otra persona, ni en la relación. ¿En qué medida podría ser tu forma de actuar una manera de boicotear tu bienestar, de boicotear la relación? Tal vez tengas interiorizados mensajes de “no me la merezco”, “ella es demasiado… para mí”, y hasta de “no merezco ser feliz”. Te toca a ti averiguarlo. Mira las relaciones entre tus padres, a ver si hay alguna similitud.
Te ofrezco solo algunos hilos de los que tirar; espero que te sirvan para profundizar un poco más en ti misma.
Un fuerte abrazo.
Olga.
Antes de nada gracias por darnos esta oportunidad para desahogarnos y conseguir un poco de ayuda. Estoy saliendo con una chica pero me preocupa que la cosa acabe mal por culpa de mi inseguridad. Siempre he sido una persona insegura, desconfiada de los demás y que necesita mucha atención y que le demuestren mucho las cosas, pero con esta chica ya es excesivo. Yo racionalmente sé que me quiere, e intento pensar que sino para qué iba a estar conmigo, pero luego en el fondo siempre tengo la sensación de que yo siento más: la quiero más, la echo más de menos, le presto más atención... Eso al final provoca que, o me vaya mordiendo la lengua pero esté intranquila e inquieta, o explote y acabemos discutiendo porque está cansada de que no confíe en ella.
Lo último que quiero es perderla, pero veo que con mi actitud es lo que voy a conseguir y no sé qué hacer para convencerme de verdad, profundamente, de que me quiere, para relajarme un poco y no sacar de madre cualquier tontería y convertirla en un "eso es que no me quieres".
¿Algún consejo?
Muchas gracias, M.
Querida M:
¿Te ha pasado esto en otras relaciones? ¿Cuándo empezaste a ser insegura? ¿En qué otros ámbitos de tu vida lo eres? ¿Por qué desconfías de los demás? Este es un mensaje que aprendiste hace mucho y te toca cuestionarlo. Como puedes imaginar, tiene que ver con las relaciones con tus padres. ¿Podías confiar en ellos? ¿Sentías que estaban ahí para ti? ¿Te dieron ellos/uno de ellos ese mensaje, directa o indirectamente? Dices que “necesito mucha atención y que me demuestren mucho las cosas”. Y tú, ¿qué atención te das a ti misma? ¿No será que pides algo que deberías darte tú en primer lugar? ¿Y cómo demuestras tú a los demás? Te sugiero que hagas el ejercicio de caricias que propuse hace unas semanas; es posible que te sorprendas.
También dices tener la sensación de que “la quiero más, la echo más de menos, le presto más atención...” ¿Y cómo lo sabes? ¿Lo has podido medir, cuantificar de algún modo? (Creo que aún no existe un aparato que mida la intensidad de las emociones, yo quiero 9, tú solo 6, o algo así… ¡Disculpa la broma!).
Como ves, el trabajo se centra en ti misma, no en la otra persona, ni en la relación. ¿En qué medida podría ser tu forma de actuar una manera de boicotear tu bienestar, de boicotear la relación? Tal vez tengas interiorizados mensajes de “no me la merezco”, “ella es demasiado… para mí”, y hasta de “no merezco ser feliz”. Te toca a ti averiguarlo. Mira las relaciones entre tus padres, a ver si hay alguna similitud.
Te ofrezco solo algunos hilos de los que tirar; espero que te sirvan para profundizar un poco más en ti misma.
Un fuerte abrazo.
Olga.
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Hola!!
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Melannie.