Una sección escrita por mi hermana Olga
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¿Qué son las caricias en psicoterapia? Son los estímulos de un ser vivo a otro, que reconocen su existencia. Pueden ser verbales, físicas o gestuales.
Cuando el feto se haya dentro del seno materno está en contacto íntimo y total con toda su superficie corporal. Al nacer se rompe para siempre esta profunda intimidad. A partir de ahí es el propio individuo el que habrá de luchar para buscar, aunque sea de forma parcial y simbólica, el restablecimiento de ese ideal. Ser abrazados, acariciados, abrigados, alimentados, alentados, elogiados. Y si esto no es posible, ser al menos agredidos o compadecidos, ya que cualquiera de estas acciones es una forma de reconocimiento.
A medida que el niño crece, el hambre primaria de contacto físico real se modifica y convierte en hambre de reconocimiento. Una sonrisa, una señal de asentimiento, una palabra, un gesto, reemplazan a las caricias físicas y sirven para que la persona se sienta alimentada La necesidad original de estímulos se va a transformar en necesidad de reconocimiento, de caricias.
Este proceso de transformación va a ser el siguiente:
1º- Si el niño se encuentra en un ambiente adecuado, con abundantes caricias positivas incondicionales, aprenderá a estar bien y percibirá que sus padres también lo están.
2º- Pero si el niño no recibe las caricias que necesita, las buscará; anticipará conductas que sean susceptibles de premio: será obediente, respetuoso, ordenado, o de cualquier otra manera que guste a los padres. Con tales comportamientos conseguirá caricias positivas; pero serán a condición de hacer lo que los otros esperan y, por tanto, aprenderá a estar bien cuando realiza lo que quieren o esperan los demás.
3º- Si esta conducta adaptativa tampoco lleva a la consecución de las caricias necesarias, el niño mostrará conductas susceptibles de castigo: será, rebelde, sucio, manirroto, y con ellas conseguirá caricias negativas que, al menos, son caricias y sirven para nutrir su hambre básica.
4º- Puede ocurrir que también estos comportamientos le lleven al fracaso en su deseo de satisfacer su necesidad primaria de caricias; es posible que entonces enferme y somatice así su desasosiego interior, o puede que se lesione, o que tenga frecuentes accidentes; tal vez de este modo consiga, al menos, caricias de lástima o de rechazo. Aprenderá así a estar mal porque es de esa manera como consigue ser visto o tenido en cuenta.
Según el tipo de caricias que una persona ha sido capaz de conseguir durante su infancia se va a fijar el procedimiento para conseguirlas durante toda su vida. Cambiarán las situaciones, las personas, pero la necesidad básica subyacente y el mecanismo para satisfacerla será el mismo.Las caricias pueden ser incondicionales (se dan o reciben por el mero hecho de existir), condicionales (se dan o reciben por conductas objetivas), positivas o negativas. Combinando las cuatro, tenemos:
Incondicionales positivas: te quiero; me alegro de verte; me gusta estar contigo; un abrazo.
Incondicionales negativas: muérete; te odio; eres un desgraciado; pegar.
Condicionales positivas: buen trabajo; un regalo por buen comportamiento.
Condicionales negativas: cállate; inútil; siempre lo haces todo mal.
LA LEY DE ESCASEZ DE CARICIAS
Son una serie de normas dictadas por el Estado Padre (crítico), del que hablamos la semana pasada. Son normas irracionales que impiden un sano intercambio de caricias.
1. No des caricias positivas
. La gente que recibe elogios se echa a perder
. Si ya sabe que la quiero, para qué se lo voy a decir
. Cuanto más elogies más te pedirán
. Hay otras cosas más importantes que estar diciendo tonterías
. Pueden pensar mal de nosotros
2. No aceptes caricias positivas
. Es de vanidosos o es falsa modestia
. Algo querrá cuando viene con estas
. Van a pensar que soy un "blandengue"
. Dependería cada vez más de los demás
. Si alguien te alaba piensa mal
. Debe de ser falso
. No me las merezco
. A buena hora; tendría que haberse acordado antes
3. No pidas caricias positivas
. Sólo valen si son espontáneas; tienen que salir de él/ella
. Si realmente me quisiera sabría lo que necesito
. Yo no me rebajo a pedirle. Hasta ahí podríamos llegar
. Lo podría usar como un arma contra mí
. Tengo que ser fuerte y no depender de nadie
4. No te des caricias positivas a ti mismo
. Eso es ser narcisista
. Luego te dormirías en los laureles
. Pensarán que me creo superior
5. No rechaces las caricias negativas
. Si te critican es por tu bien
. Algo habrás hecho para merecerlo
. Quien bien te quiere te hará sufrir
En sustitución de estas leyes de escasez de caricias, el comportamiento debe regirse por las siguientes leyes de abundancia de caricias:
1. Da abundantes caricias positivas cuando corresponda
2. Acepta las caricias positivas que mereces
3. Pide las caricias positivas que necesitas
4. Date caricias positivas a ti mismo
5. No aceptes caricias negativas destructoras
Seguiremos con este tema la semana que viene. ¡Hasta entonces!
Recordad que mi hermana Olga tiene abierto su consultorio online gratuito, así que escribidle con vuestras dudas a terapiaom@gmail.com y en unos días os responderá aquí mismo, en el blog (de forma anónima, no sufráis!)
Hola chicas,
ResponderEliminarestamos de sorteo en nuestro blog, os invitamos a participar,
Un saludo
http://esenciacustome.blogspot.com/
Hola Olga, me encanta todo lo que escribes y estoy de acuerdo en todas y cada una de las cosas que dices. Esperaré con impaciencia el siguiente post!
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Madera y Zinc! En el siguiente habrá una propuesta de ejercicios de caricias muy interesante. ¡Hasta el viernes!
ResponderEliminarHe estado reflexionando mucho sobre este post. ¿Por qué a algunas personas nos cuesta tanto pedir caricias? También es verdad que no tienen el mismo efecto las que se reciben espontáneamente que las que han sido previamente solicitadas...
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