Esta semana os propongo un ejercicio de visualización y de escritura para entrar en contacto con vuestra Niña interior y ver en qué medida puede estar herida.
1) Recuerda tu casa cuando eras niña, tu habitación, tu familia…
¿Crees que les gustabas a tus padres? ¿Creían que eras una persona maravillosa, o había siempre algo malo en ti? ¿Sentías que no eras lo suficientemente buena? ¿Sentías que eras una mala persona?
¿Cómo te trataban tus padres? ¿Eran abiertos y respetuosos? ¿Era uno el que mandaba y otro el que obedecía? ¿Se ignoraban? ¿Se criticaban, se avergonzaban uno al otro? ¿Se culpaban? ¿Se quejaban uno del otro? ¿Había algún tipo de violencia en tu casa?
¿Cómo se trataban tus padres a sí mismos? ¿Abusaban de alguna sustancia? ¿Trabajaban demasiado? ¿Jugaban alguna vez? ¿Pedían lo que querían? ¿Se les veía felices en algún momento? ¿La mayor parte del tiempo? ¿Había risas en tu casa?
¿Cómo gestionaban el dolor? ¿Creían que mostrar dolor era cosa de débiles? ¿Alguna vez los viste llorar? ¿Estaban ahí para el otro, cuando uno de ellos sentía dolor? ¿Y cuando tú lo sentías? ¿O recibiste el mensaje de que no podían con su dolor ni con el tuyo?
Recuerda un momento en el que hiciste algo que no les gustó. Quizá rompiste una muñeca, estropeaste algo suyo, trajiste malas notas, contestaste mal o gritaste, pegaste a un hermano o a otro niño, etc. ¿Cómo reaccionaron? ¿Fueron comprensivos, abiertos? ¿Se enfadaron, se pusieron violentos, silenciosos, críticos, fríos, te avergonzaron?
Cuando hacías algo positivo (buenas notas, eras amable con alguien, demostrabas habilidad para algo…) ¿cómo respondían? ¿Se interesaban o te ignoraban? ¿Iban a reuniones escolares importantes, festivales, o estaban muy ocupados? ¿Te sentías importante o poco importante para ellos?
Respira tres veces y toma conciencia de cómo tratas a tu Niña interior. ¿Se parece a lo que hacían tus padres, o a lo que hacía uno de ellos? ¿Cómo se siente tu Niña interior cuando la humillas, la criticas, la juzgas? ¿Y cuando estás ausente?
2) Escribe una carta a tu madre diciéndole cómo era como madre. Puedes escribirla aunque esté muerta. Escribe desde tus sentimientos, desde tu Niña interior.
3) Otra carta para tu padre.
4) Otra para tu abuelo/a, hermano/a, o cualquier otra persona que afectara profundamente tu vida, diciéndole cómo influyó.
Puede que este ejercicio resulte un poco duro, o triste, o como poco muy emocionante, pero os animamos a que juntéis un poco de valor y encontréis un ratito a solas con vosotras mismas (o vosotros mismos, no rechacemos a nadie que también hay lectores!) para pensar en todo esto y ver qué partes de vosotras todavía son esa niña que reacciona al comportamiento de sus padres. Os será muy útil para conoceros mejor y empezar a solucionar esas pequeñas cosas que ns hacen daño! ¡¡¡¡ Ánimo y al toro !!!!! :)
Ayyy, me parece que esto lleva mi nombre...
ResponderEliminarEncima hoy he soñado contigo, Olga!
Maravilloso!!!
ResponderEliminarpd: os escrito un e-mail os llego?
Es un ejercicio muy bonito
ResponderEliminarYo lo voy a hacer , me apetece volver a ser pequeña.....