Hace dos findes que fuimos de viernes a domingo a Villa Maribel, nuestro lugar de retiro espiritual donde no hacemos nada más que hacer nada y comer y sentarnos delante de la chimenea y el clásico Trivial que cae quieras o no quieras. Esta vez hicimos una calçotada el sábado (yuuuuuuuuuuummmmy!) y el domingo las chicas decidimos que era hora de salir a por flores y ramitas para llevar a casa, con lo que me quité las chanclas (hacía sol y estaba en el césped jugando con la hija de Elena, taaaaaan monina...) y me puse las botitas y agarré la Harinezumi.
Este es el vídeo de nuestro paseo campestre de domingo. No sale pero el final fue un tanto accidentado gracias a un bichejo al que se le ocurrió defender su bosque y lanzó el aguijón en la mejilla de Elena (en realidad lo tengo medio grabado porque solté la cámara ante los gritos de auxilio, no soy una buena reportera, más bien una buena extraedora de aguijones purulentos). He querido conservar el recuerdo de un día idílico que al final se saldó con unos pollos a l'ast y unas ramas de almendro en flor y unos brotes de romero fresco que ya tengo secándose en el comedor.
Me gusta mucho el vídeo, Deborah! Monísimas con las cestas y las ramitas...
ResponderEliminarMOLA!!!
ResponderEliminarMe gusta mucho este blog! te leo todos los dias del otro lado del oceano :)
ResponderEliminarsaludos
mi pelo me mola mucho en este vídeo !!! :)
ResponderEliminarEstá grabado con una Harinezumi? Mola mucho mucho!
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