DOS CUMPLEAÑOS EN DOS DÍAS

El sábado fue el cumple de Violeta y aunque por circunstancias ajenas a nosotros algunos planes sorpresa no pudieron suceder (las hordas de guiris en una ocasión y un torneo repentino en otra) y van a tener que ser pospuestos, lo que sí que hicimos fue un picnic en un parquecito de Montjuic. ¿No son guapos? Igual me odian por sacarlos así que si dentro de unas horas veis que esta entrada ya no existe, han sido ellos y su vergüenza.

Por la noche cenamos en un restaurante donde yo trabajé hace años y al que no había vuelto... (de hecho  hace cosa de un mes comí en la planta de abajo pero en realidad ese no era "mi" restaurante así que no contó). Se siente raro cuando solo has estado en un sitio como camarera y de repente estás ahí sentada en una silla y vas a pagar tú la cuenta y a dejarles tú la propina (aunque esta vez me tuve que ir antes de tiempo y la experiencia no pudo ser todo lo guay que hubiera querido) y otros chicos trayéndote el vino y siendo amables aunque tengan un día de mierda... Ni siquiera parece el mismo sitio y en cambio los ves yendo y viniendo y sabes lo que pasa en cada momento y dónde van a buscar el pan y las botellas y tot plegat. Y te entra como nostalgia de pensar cuánto disfrutabas haciendo ese trabajo y consideras que ser camarero no debería ser el trabajo de alguien a quien le importa un carajo lo que hace y que sólo lo hace porque no le queda más opción y porque se supone que es fácil y porque es un trabajo temporal. Ser camarero tendría que tener que ver con otras cosas.

Y hoy -que es domingo, aunque esto salga publicado el lunes a las 9, perdonad pero no suelo levantarme antes de esa hora!- ha sido el cumple de Ari y hemos ido a ver castells a una placeta de Poble Sec (yo no sé qué tienen los castells que cada vez que veo uno subiendo se me caen las lagrimitas y tengo que luchar para que la gente no piense que estoy fatal), hemos grabado unos videos que montaremos en breve, hemos comido un pan con butifarra + cerveza en la plaza, luego hemos ido a comer en un sitio muy agradable en otra placeta que descubrimos ayer y por la tarde nos hemos ido a jugar a tenis -los dos habíamos jugado a tenis de jóvenes y hacía como 15 años que no lo repetíamos- y hemos terminado comprando un abono de 10 horas en un Club que está muy cerquita de casa, en la montaña. 

Al volver a casa le he hecho nata montada con nueces y le he puesto una velita y hemos brindado con cava rosado que sobró de una fiesta (ves que bien, Evi, lo había estado reservando para una ocasión!) y hemos visto dos capítulos de Fringe mientras comíamos toda clase de cosas dulces a modo de cena.  

Estamos cansados y felices y yo ya tengo unas ganas tremendas de volver a pisar la pista. Volver a casa con las bambas llenas de tierra batida ha sido como comer la magdalena de Proust. 

Y ahora son las 10 y ya nos vamos a dormir! Fin de la crónica del agotador fin de semana. Me siento un poco como cuando tenía ocho años y escribía en mi diario la lista de cosas que había hecho en el día como si anotara hechos científicos en una retahíla llena de comas :)

OID!!! QUE HOY (LUNES) EMPIEZA LA PRIMAVERA!!! ¿¿¡NO ES UNA GRAN NOTICIA!??