6 SONGS: PARA SENTIRTE UNA CHICA MALA

Una sección de Eva

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No voy a engañar a nadie: no soy una chica mala, ni tan siquiera lo parezco. Es más, una vez me dijeron que tengo una cara perfecta para trabajar en un salón de té con abuelitas. Pero si me lo propongo, puedo acercarme un poco. Entendamos por chicas malas chicas sexys, perturbadoras y seguras. Maliciosas. Eso nos enseñó el cine.

Creedence Clearwater Revival – Suzie Q

Las chicas pop son monas; las rockeras, sexys. Las teñidas de rubio, más. Las que yo me imagino en las fiestas de la Factory y en el backstage de la Velvet Underground, son auténticas chicas malas con gran tolerancia al alcohol.

The Velvet Underground – I’m Waiting For The man

Las chicas malas no tocan el violín, no. Algunas tocan el bajo, y otras la guitarra. Aquí resto puntos en mi carrera hacia la malicia, porque me declaro inútil. Tendré que seguir otros caminos o pasar al contagio por contacto: ser una groupie.

The Stone Roses – Love Spreads



de aquí



Hay locales que invitan a la transformación. Suelen ser nocturnos o muy de buena mañana. No suelen oler muy bien. Tampoco hace falta que sean muy sórdidos, con su punto justo ya hacemos. Podemos echar mano del Razz de principios de siglo, 4 de la mañana. Desde la fachada del Popbar miras a la gente que entra. Tienes una copa en la mano y mucho rimel en las pestañas.

Interpol – Evil

Porque las chicas malas bailan mejor que nadie. Algunos hombres se atreven a decirles cosas más o menos elegantes al oído mientras ellas sonríen con desdén (a menos que les interese la oferta).

The Sonics – Shot Down

Las chicas malas suben a bailar al escenario de grupos molones sin ninguna vergüenza.

Mujeres – Amusement

Lo bueno de no ser una chica mala es que puedes disfrutar jugando a parecerlo para volver a la comodidad de tus bailarinas y tu taza de té.

Para lograr el efecto deseado de chica mala malísima, clicar aquí y escuchar del tirón toda la playlist.