TU CASA MOLA: ESTI de Pintameldia

Vivo en Getxo, cerquita del mar, desde hace trece años, de alquiler en una casa muy muy viejita. Vivo con husband y mis dos niñas, en una calle muy silenciosa en un barrio muy ruidoso.

Tiene unos cien metros distribuidos en dos plantas y un patio trasero. Cuando entramos a vivir aquí estaba en unas condiciones deplorables y poco a poco fuimos arreglando cosillas: metimos calefacción (la mejor inversión de mi vida); arreglamos la cocina muy rudimentariamente, seleccionando azulejos de colorines y poco más; pintamos, etc.

Hace años una de las tres habitaciones era mi estudio de pintura, pero al nacer Mermelada, se convirtió en el cuarto de jugar. Sólo recientemente he recuperado el lugar y ahora lo compartimos.

Lo que más me gusta de esta casa: sus altísimos techos; la ausencia de vecinos ruidosos; la luz que entra por los ventanales de la escalera; el jazmín que nos invade junto con la luz; la bouganvilla que trepa por la pared hasta la ventana de mi habitación; el patio en verano, que desahoga nuestra minúscula sala; una cocina enorme; las ventanas antiguas y grandes... Estas cosas son las que compensan la decrepitud y el desorden del lugar. Es una casa diferente y, sobre todo en primavera y verano, luce con bastante encanto. El mayor plus adicional es lo cerquita que estamos del mar. Disfruto de cada minuto que puedo pasar acercándome hasta la orilla.

No me considero coleccionista de nada. Lo que hago es ir juntando cosas que me gustan y amontonarlas... Mi casa está llena de montones por todas partes. Discos, piedras, libros, piezas de artistas amigos, papeles pintados, rotus, dinosaurios... Husband colecciona/arrejunta guitarras, libros de ciencia y de fotografía, y objetivos (para una de nuestras cámaras).  Los cuadros de la habitación de las niñas son dibujos suyos que vamos cambiando más o menos semestralmente. Es su propia expo. Normalmente las camas están separadas, pero hace unos días decidieron juntarlas para dormir más cerca la una de la otra.

Somos muy desastrosos en cuanto a decoración. Me encanta el tema, pero no hemos tenido ni el tiempo ni la energía suficiente en los últimos años para dedicárselo a la casa. Así que nuestra casa no destaca por ingeniosas soluciones para espacios pequeños ni por su estilo elegante. Destaca porque es un espacio muy trotero, lleno de esos montones de cosas, pero también lleno de actividad.

 

Esta es la casa de Esti.

Cosa que he aprendido #1: esta planta preciosa que veo por todas partes tiene un nombre, bouganvilla.
Cosa que he aprendido #2: nunca creas a nadie que haga cosas bonitas (como pintar las piedras más maravillosas del mundo y hacer dibujos alucinantes) y que diga que es desastroso para la decoración. Es una big lie!
Cosa que he aprendido #3: si ella tiene un estudio compartido con sus hijas, y lo tiene así de mono, yo puedo conseguir lo mismo cambiando "hijas" por "gatos".
Cosa que he aprendido #4: nunca menosprecies la belleza de una lámpara de iluminación de cine.

Estoy segura que esta casa va a levantar más pasiones que Villa Else. ¿O no os morís por tener esa escalera con el jazmín entrando por la ventana?