ÉRASE UN HOMBRE A DOS PIES PEGADO

Esta serie salió un día así al azar, sentada en Plaza Catalunya cámara en mano. Cuando yo era más jovencilla sostenía con vehemencia la teoría de que los zapatos definen a las personas. Ahora no lo creo tan a pies juntillas (qué chistosa soy!), pero sí creo que los zapatos dicen mucho de uno mismo.

En nuestro caso, llevamos bambas muy caras pero están todas muy hechas polvo, lo que significa que nos importa nuestra imagen pero hacemos elecciones muy pensadas porque no tenemos un duro en realidad, y tampoco nos importa que se vean gastadas porque la nuevez en las bambas hace como de moderno peripuesto, peeeero en cambio, cuando compro zapatos (esto no es aplicable a Ari porque no tiene zapatos) compro zapatos de tacón que NUNCA me pongo -así que nunca me definirán como alguien que quiere destrozarse la espalda y los pies para estar más alta y femenina, aunque sí como alguien que quiere intentar ser más femenina pero no puede llegar a lograrlo- o bien zapatos planos de tiendas low cost que me duran dos telediarios, lo que quizás diría de mi que prefiero ser trendy dos días y luego ser trendy actualizada dos días después.

Si tuvierais que elegir marido, ¿cuál de estos pies escogeríais?
¿Y si tuvierais que elegir mejor amiga?

Mi amiga sería la de las Adidas Gazelle color tierra (aunque eso también podría ser un chico, nunca lo sabremos) y mi chico el de las Adidas escondidas detrás del hombre con zapato marrón en la foto en la que se ven las dos camareras del Hard Rock Cafe con bamba de ultra-aerobic blanca y calcetines, o bien el otro con bambas de marca que no reconozco tipo skate y pantalón considerablemente anchete. Aunque sé que algunas de vosotras preferiréis al chico de las Converse. Y NUNCA querría ser amiga de la tía de los taconazos ultra-finos. Menudo miedo, tiene que ser de un agresivo-presumido...