El sentido de identidad de una persona se desarrolla como respuesta a muchas influencias tempranas. Incluso el nombre que nos ponen nuestros padres a menudo refleja sus expectativas. Cuando el nombre o apodo de un niño tiene un significado para los padres (ya sea positivo o negativo), puede influir en el sentido de identidad del niño.
A través del juego, el niño encuentra su identidad y ensaya los papeles que desempeñará en el futuro. Hay juegos que son activos: el niño usa su cuerpo para desarrollar habilidades y expresar emociones. Otros juegos son más pasivos: el niño experimenta el cuerpo y las emociones como espectador de la vida, no como participante. El juego activo y pasivo, y también el cómo, dónde, cuándo y con quién jugamos se ven muchas veces reflejados en la elección de nuestra profesión y en el uso de nuestro tiempo libre.
El desarrollo de la identidad sexual también está relacionado con las actitudes de los padres. Una persona cuyo sexo es aceptado y apreciado por los padres se sentirá básicamente bien siendo un hombre/mujer. Si las experiencias con el sexo opuesto son sanas, la persona tiene más posibilidades de adoptar una posición positiva respecto de la identidad sexual de los otros.
En resumen, los mensajes que recibimos sobre nuestro nombre, a qué y dónde jugamos, cómo nos sentíamos siendo un niño/niña y cómo aprendimos a sentirnos hacia los miembros del sexo opuesto han afectado nuestra identidad. Si todo esto es positivo, tendremos la posición existencial ganadora, “Yo estoy bien, tú estás bien”. Si no, podemos aprender a desechar viejas actitudes.
A través del juego, el niño encuentra su identidad y ensaya los papeles que desempeñará en el futuro. Hay juegos que son activos: el niño usa su cuerpo para desarrollar habilidades y expresar emociones. Otros juegos son más pasivos: el niño experimenta el cuerpo y las emociones como espectador de la vida, no como participante. El juego activo y pasivo, y también el cómo, dónde, cuándo y con quién jugamos se ven muchas veces reflejados en la elección de nuestra profesión y en el uso de nuestro tiempo libre.
El desarrollo de la identidad sexual también está relacionado con las actitudes de los padres. Una persona cuyo sexo es aceptado y apreciado por los padres se sentirá básicamente bien siendo un hombre/mujer. Si las experiencias con el sexo opuesto son sanas, la persona tiene más posibilidades de adoptar una posición positiva respecto de la identidad sexual de los otros.
En resumen, los mensajes que recibimos sobre nuestro nombre, a qué y dónde jugamos, cómo nos sentíamos siendo un niño/niña y cómo aprendimos a sentirnos hacia los miembros del sexo opuesto han afectado nuestra identidad. Si todo esto es positivo, tendremos la posición existencial ganadora, “Yo estoy bien, tú estás bien”. Si no, podemos aprender a desechar viejas actitudes.
¿Quién decidió tu nombre? ¿Por qué?
¿Te pusieron el nombre de alguien? ¿Tenía el nombre unas expectativas especiales?
¿Te sientes orgullosa de tu nombre o te desagrada?
¿Te pusieron un nombre que no parecía apropiado para tu sexo, o que invitaba al ridículo?
¿Tu nombre era tan común que te sentías mediocre, o tan poco común que te sentías rara?
¿Tenías un apodo? ¿Cómo te lo pusieron?
¿De qué modo tu nombre u otros nombres que te llamaran influyeron en tu autoimagen?
¿Te llaman de una manera en el trabajo y de otra en casa? ¿Qué implicaciones tiene esto para ti?
¿Cómo prefieres que te llamen? ¿Por qué?
¿Preferirías tener otro nombre? ¿Por qué? ¿Tienes alguna razón desde tu estado Adulto para querer cambiar de nombre? ¿Para mantener el que tienes?
2. Juego en la infancia
Cierra los ojos. Intenta visualizarte jugando de niña. Es posible que te veas a diferentes edades y jugando a diferentes cosas. Céntrate en una imagen y experiméntala más a fondo. Luego responde a estas preguntas:
-¿Qué dicen tus padres sobre el juego?
-¿Qué mensaje no verbales te dan?
-¿Te dan tiempo para jugar, o tu tiempo está demasiado estructurado?
-¿Te ponen restricciones a lo que juegas en función de tu sexo?
-¿Dónde juegas? ¿Cuál es tu lugar preferido para jugar? ¿Por qué? ¿Juegas sola? ¿Tienes amigos para jugar? ¿Un amigo imaginario?
-¿Tu altura, sexo, apariencia, habilidades, etc., te mantienen apartada del grupo, o eres la estrella del grupo, o sencillamente te integras en el grupo?
-¿Eres líder, seguidora, árbitro?
-¿Qué fue lo más divertido que hiciste?
-¿Cuáles son tus formas pasivas de juego? ¿Mucha lectura, radio, tele?
-¿Con qué personajes de la tele te identificabas? ¿Por qué?
-¿De qué manera era tu juego un ensayo de tus papeles actuales?
-¿Qué te hacía reír? ¿Alguien te decía que no te rieras, que no “era divertido”?
-¿Alguien se reía de ti? ¿Cómo te sentías?
3. Juego en la actualidad
Para algunas personas el juego es el centro de atención de sus vidas, otros buscan un equilibrio entre juego y trabajo, y otros casi nunca juegan. ¿Y tú?
-¿Hay suficiente juego en tu vida? ¿Demasiado? ¿Cuáles son tus formas preferidas de juego?
-¿Te parece que jugar es una pérdida de tiempo? ¿Una parte importante de tu vida?
-¿Dónde te gusta jugar? ¿Es similar a cuando eras pequeña? ¿Con quién te gusta jugar? ¿Es un juego activo o pasivo?
Para los que viven en pareja/casados…
-¿Compartes tus intereses con tu pareja? ¿Permites que tu pareja se divierta contigo?
-¿Quién planea las vacaciones? ¿Tienen relación con las vacaciones de tu infancia?
-¿Tu forma de ocio preferida entra en conflicto con la de tu pareja? ¿De qué modo?
¿Te pusieron el nombre de alguien? ¿Tenía el nombre unas expectativas especiales?
¿Te sientes orgullosa de tu nombre o te desagrada?
¿Te pusieron un nombre que no parecía apropiado para tu sexo, o que invitaba al ridículo?
¿Tu nombre era tan común que te sentías mediocre, o tan poco común que te sentías rara?
¿Tenías un apodo? ¿Cómo te lo pusieron?
¿De qué modo tu nombre u otros nombres que te llamaran influyeron en tu autoimagen?
¿Te llaman de una manera en el trabajo y de otra en casa? ¿Qué implicaciones tiene esto para ti?
¿Cómo prefieres que te llamen? ¿Por qué?
¿Preferirías tener otro nombre? ¿Por qué? ¿Tienes alguna razón desde tu estado Adulto para querer cambiar de nombre? ¿Para mantener el que tienes?
2. Juego en la infancia
Cierra los ojos. Intenta visualizarte jugando de niña. Es posible que te veas a diferentes edades y jugando a diferentes cosas. Céntrate en una imagen y experiméntala más a fondo. Luego responde a estas preguntas:
-¿Qué dicen tus padres sobre el juego?
-¿Qué mensaje no verbales te dan?
-¿Te dan tiempo para jugar, o tu tiempo está demasiado estructurado?
-¿Te ponen restricciones a lo que juegas en función de tu sexo?
-¿Dónde juegas? ¿Cuál es tu lugar preferido para jugar? ¿Por qué? ¿Juegas sola? ¿Tienes amigos para jugar? ¿Un amigo imaginario?
-¿Tu altura, sexo, apariencia, habilidades, etc., te mantienen apartada del grupo, o eres la estrella del grupo, o sencillamente te integras en el grupo?
-¿Eres líder, seguidora, árbitro?
-¿Qué fue lo más divertido que hiciste?
-¿Cuáles son tus formas pasivas de juego? ¿Mucha lectura, radio, tele?
-¿Con qué personajes de la tele te identificabas? ¿Por qué?
-¿De qué manera era tu juego un ensayo de tus papeles actuales?
-¿Qué te hacía reír? ¿Alguien te decía que no te rieras, que no “era divertido”?
-¿Alguien se reía de ti? ¿Cómo te sentías?
3. Juego en la actualidad
Para algunas personas el juego es el centro de atención de sus vidas, otros buscan un equilibrio entre juego y trabajo, y otros casi nunca juegan. ¿Y tú?
-¿Hay suficiente juego en tu vida? ¿Demasiado? ¿Cuáles son tus formas preferidas de juego?
-¿Te parece que jugar es una pérdida de tiempo? ¿Una parte importante de tu vida?
-¿Dónde te gusta jugar? ¿Es similar a cuando eras pequeña? ¿Con quién te gusta jugar? ¿Es un juego activo o pasivo?
Para los que viven en pareja/casados…
-¿Compartes tus intereses con tu pareja? ¿Permites que tu pareja se divierta contigo?
-¿Quién planea las vacaciones? ¿Tienen relación con las vacaciones de tu infancia?
-¿Tu forma de ocio preferida entra en conflicto con la de tu pareja? ¿De qué modo?
La próxima semana propondré ejercicios sobre la identidad sexual únicamente. ¡Hasta entonces!
Este plan para cambiar en 6 meses qué completito es...
ResponderEliminarme ha gustado mucho el texto! un beso
ResponderEliminarExcelentes reflexiones.. Voy a pensar en ello..
ResponderEliminarGracias por activarme las neuronas de bien tempranito!
Beso!