17.6.11

MI HERMANA OLGA: CARICIAS (2)

Una sección escrita por mi hermana Olga

de aqui


Esta semana os propongo dos ejercicios sobre el tema de las caricias que expuse el viernes pasado.

El primero, y quizás el más importante, se llama cariciograma. Se trata de llevar un registro de caricias, idealmente durante un mes más o menos para poder ver un patrón de conducta, pero una semana o dos también puede darnos algunas pistas. En una libreta, apuntamos cada día de la semana las caricias que damos, las que pedimos, las que aceptamos, las que rechazamos y las autocaricias. Os pongo un ejemplo:


LUNES

DOY: He criticado a fulanita por su desorden/Me he cabreado con menganito y le he soltado cuatro tacos/He llamado a zutanita para felicitarla.


PIDO: Hoy no he pedido nada a nadie/Pido un abrazo a mi pareja/Pido un favor a un amigo.

ACEPTO: Hoy me he cortado el pelo y fulanita me ha dicho que me queda bien. Le doy las gracias con una sonrisa. O bien, me he cortado el pelo y fulanita me ha dicho que no me favorece, y yo internamente pienso que tiene razón, que en realidad no me queda tan bien como pensaba cuando he salido de la peluquería.

RECHAZO: Hoy me he cortado el pelo y fulanita me ha dicho que me queda bien. Le digo que me han dejado el flequillo demasiado corto, y que mi pelo no es lo bastante bonito/brillante (todo esto es un “descuento” de la caricia positiva que me han dado, y por tanto un rechazo de la misma).

AUTOCARICIA: Hoy estoy guapa; Menuda porquería de pastel que he preparado, soy una inepta para la cocina.


Y así sucesivamente para los otros días de la semana.


El segundo ejercicio es una visualización.


Cierra los ojos y relájate, con los brazos a los costados. Ahora, vuelve a una edad anterior a los 8 años… la menor posible, en la cual deseas caricias de tu mamá. Obsérvate a esa edad, tu rostro, postura del cuerpo, ropa, el ambiente… Ahora, en vez de observar a tu Niña interna, “métete” dentro de esa Niña. Conviértete en ella y observa a tu mamá. Pídele la caricia física que más desees a esa edad: que te bese, que te acaricie, que te levante, que te abrace, que te meza… Si lo hace, siente esas caricias en tu cuerpo de niña. Si no, haz un diálogo entre esa niña y su mamá hasta que ella acceda. Luego dile a tu mamá qué has sentido. Aunque nunca hiciera lo que deseabas, imagínatelo. Ella lo hubiera hecho si alguien le hubiera enseñado.

Ahora, sin dejar de mirarla a los ojos, pídele una caricia verbal: que te diga algo positivo sobre tu talento… que confía en ti, que lograrás lo que te propongas… quizás algo concreto que quieres hacer y el apoyo de tu madre interna te haría bien. Absorbe el mensaje positivo de tu mamá. Si en realidad no te lo hubiese dado, nuevamente imagina que lo hizo. Ahora, despídete de la figura de tu mamá y dale las gracias.

Ahora, enfoca la figura de tu papá a la edad que él tenía cuando tú eras una niña en el episodio anterior. Repite toda la secuencia. Primero, pídele cariño físico, luego verbal.




Espero que estos ejercicios os ayuden a conoceros un poco mejor. ¡Hasta la semana que viene!



Recordad que podéis usar el consultorio online de mi hermana escribiendo un mail a terapiaom@gmail.com!

1 comentario:

  1. Veo que nadie ha comentado esta entrada tan interesante, y lo digo desde la práctica de la misma: es muy REVELADOR hacer este ejercicio de caricias y ver cuales predominan en tu vida. Lo interesante es verlo e intentar "mejorar el ranking" :) A veces es difícil romper la tendencia, pero como mínimo está bien ver nuestra manera de actuar.

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♥ Gracias por comentar! (he tenido que añadir la verificación de palabra porque se me estaba metiendo mucho spam de repente... sé que es un coñazo, sorry!)

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