Una sección escrita por Mi Hermana Olga (que está disponible para ayudaros tanto online como presencialmente!)
El Adulto se orienta a la realidad y la recopilación objetiva de información. Es organizado, adaptable, inteligente, y funciona comprobando la realidad, estimando probabilidades.
Cuando reunimos datos, analizamos la realidad y la computamos de forma objetiva, estamos en el estado Adulto.
El Adulto separa la realidad de la fantasía, las tradiciones, las opiniones y los sentimientos antiguos.
Una persona que tiene soluciones alternativas puede estimar las posibles consecuencias de una determinada decisión. Las funciones del Estado Adulto de comprobar la realidad y estimar probabilidades minimizan la posibilidad de fracaso y aumentan las de éxito creativo.
Una persona descontenta con su trabajo pero programada para “aguantar a toda costa” puede verificar la realidad de esta opinión y decidir si es o no adecuada. A veces, la objetividad del Adulto se “contamina”.
La contaminación es una intrusión del Estado Padre y/o del Estado Niño en el Adulto. Ocurre cuando el Adulto acepta como verdad alguna creencia infundada del Padre o alguna distorsión del Niño y racionaliza y justifica dichas actitudes.
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El Adulto se orienta a la realidad y la recopilación objetiva de información. Es organizado, adaptable, inteligente, y funciona comprobando la realidad, estimando probabilidades.
Cuando reunimos datos, analizamos la realidad y la computamos de forma objetiva, estamos en el estado Adulto.
El Adulto separa la realidad de la fantasía, las tradiciones, las opiniones y los sentimientos antiguos.
Una persona que tiene soluciones alternativas puede estimar las posibles consecuencias de una determinada decisión. Las funciones del Estado Adulto de comprobar la realidad y estimar probabilidades minimizan la posibilidad de fracaso y aumentan las de éxito creativo.
Una persona descontenta con su trabajo pero programada para “aguantar a toda costa” puede verificar la realidad de esta opinión y decidir si es o no adecuada. A veces, la objetividad del Adulto se “contamina”.
La contaminación es una intrusión del Estado Padre y/o del Estado Niño en el Adulto. Ocurre cuando el Adulto acepta como verdad alguna creencia infundada del Padre o alguna distorsión del Niño y racionaliza y justifica dichas actitudes.
Contaminación del Adulto por el Padre
Las contaminaciones del Padre son los prejuicios. Las figuras parentales a veces expresan sus prejuicios con tal convicción que a los ojos del niño parecen hechos reales. La persona que se “traga” estas opiniones parentales sin evaluarlas tiene un Adulto contaminado.
Por ejemplo: Mi madre decía que no hay que fiarse de nadie, y yo ahora desconfío de la gente, a pesar de que no he tenido experiencias desagradables al respecto.
Contaminación del Adulto por el Niño
Una persona cuyo Niño contamina al Adulto tiene una percepción distorsionada de la realidad. Por ejemplo, una persona que crea que los demás siempre la están juzgando, o hablando a sus espaldas, o alguien que cree que nadie puede quererla.
EJERCICIOS PARA LAS PRÓXIMOS QUINCE DÍAS
1. Descontaminación del Adulto por el Padre.
Escribe cuatro adjetivos que usas cuando hablas de:
Los hombres son…
Las mujeres son…
Los inmigrantes son…
La gente es…
¿Tienes datos suficientes y exactos para comprobar tus creencias, o tal vez has adoptado esta posición en base a una sola experiencia? ¿En base a lo que dicen los medios de comunicación? ¿A lo que dicen los demás?
Ahora invierte tus adjetivos, escribe los opuestos de los que has usado. ¿Qué descubres?
2. Descontaminación del Adulto por el Niño
¿Usas a menudo palabras que indican que estás esperando a una persona o un acontecimiento mágico? Palabras como…
Cuando/Si él/ella cambie…
Cuando/Si me caso…
Cuando/Si me separe…
Cuando/Si consiga el trabajo adecuado…
Cuando/Si mis hijos crezcan…
¿Usas a menudo palabras que indican que piensas sobre ti misma de una manera y que no puedes cambiar? Expresiones como…
Soy tan inútil que…
Soy tan estúpida que…
Estoy tan deprimida que…
Estoy tan confundida que…
¿Qué dices a menudo sobre ti misma?
Soy tan… que…
Ahora invierte las afirmaciones anteriores, por ejemplo: Soy tan inteligente que…
Ahora reflexiona sobre lo siguiente:
Dentro de dos semanas, propondré más ejercicios siguiendo el mismo tema. Hasta entonces,
¡FELIZ NAVIDAD A TODAS!
Las contaminaciones del Padre son los prejuicios. Las figuras parentales a veces expresan sus prejuicios con tal convicción que a los ojos del niño parecen hechos reales. La persona que se “traga” estas opiniones parentales sin evaluarlas tiene un Adulto contaminado.
Por ejemplo: Mi madre decía que no hay que fiarse de nadie, y yo ahora desconfío de la gente, a pesar de que no he tenido experiencias desagradables al respecto.
Contaminación del Adulto por el Niño
Una persona cuyo Niño contamina al Adulto tiene una percepción distorsionada de la realidad. Por ejemplo, una persona que crea que los demás siempre la están juzgando, o hablando a sus espaldas, o alguien que cree que nadie puede quererla.
EJERCICIOS PARA LAS PRÓXIMOS QUINCE DÍAS
1. Descontaminación del Adulto por el Padre.
Escribe cuatro adjetivos que usas cuando hablas de:
Los hombres son…
Las mujeres son…
Los inmigrantes son…
La gente es…
¿Tienes datos suficientes y exactos para comprobar tus creencias, o tal vez has adoptado esta posición en base a una sola experiencia? ¿En base a lo que dicen los medios de comunicación? ¿A lo que dicen los demás?
Ahora invierte tus adjetivos, escribe los opuestos de los que has usado. ¿Qué descubres?
2. Descontaminación del Adulto por el Niño
¿Usas a menudo palabras que indican que estás esperando a una persona o un acontecimiento mágico? Palabras como…
Cuando/Si él/ella cambie…
Cuando/Si me caso…
Cuando/Si me separe…
Cuando/Si consiga el trabajo adecuado…
Cuando/Si mis hijos crezcan…
¿Usas a menudo palabras que indican que piensas sobre ti misma de una manera y que no puedes cambiar? Expresiones como…
Soy tan inútil que…
Soy tan estúpida que…
Estoy tan deprimida que…
Estoy tan confundida que…
¿Qué dices a menudo sobre ti misma?
Soy tan… que…
Ahora invierte las afirmaciones anteriores, por ejemplo: Soy tan inteligente que…
Ahora reflexiona sobre lo siguiente:
- ¿Estoy satisfecha con lo que he descubierto?
- ¿Qué necesito reevaluar?
- ¿Qué necesito cambiar?
- ¿Qué preguntas tengo que hacerme?
Dentro de dos semanas, propondré más ejercicios siguiendo el mismo tema. Hasta entonces,
¡FELIZ NAVIDAD A TODAS!
Allá voy a contestar estas preguntas!!!!Me ha encantado este post!!
ResponderEliminarUn besiño
Me ha gustado mucho, igual por aquí a practicar... de pequeña fui muy contaminada por mis padres en muchos aspectos... gracias a Dios he crecido y he dejado muchas cosas atrás, pero si me marcaron. Saludos!
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